¡NO SON DE ARROZ! Si, lo sé .... en el título he puesto "pastelitos de arroz", porque se llaman así, pero arroz no lleva ni un grano.
Estos pastelitos son un dulce típico de Bilbao, y antiguamente lo elaboraban con harina de arroz, de ahí su nombre.
La primera vez que comí este dulce, fue en el año 2006, lo recuerdo porque fue la primera vez que pisé Bilbao y ese día me enamoré de esta hermosa Ciudad, de su gente y de este pastelito que me resultó delicioso. Y mirad por donde, que siempre recordaba "ese pastelito tan rico", pero nunca se me había dado por preguntarle al señor google como se hacía y prepararlo yo misma. Hasta hace unos días, que Isasaweis me explicó como se hacen.
¡Con lo facilitos que son! y yo me los he perdido todos estos años..... ¡madre mía!
Aprovecho, que escribo esta receta de este postre Bilbaíno, para dedicársela a una amiga, que me estará viendo desde el cielo (por desgracia ya nos está conmigo), que fue la que me llevó a conocer esta hermosa ciudad y su gente; y a su familia que tanto cariño le he cogido, espero ir pronto a darles una visitilla, que ya los echo de menos... (ainnsss, que me pongo melancólica)
vamos con este postre tan sencillo....
Ingredientes:
Preparación:
En un bol mezclamos todos los ingredientes : la mantequilla previamente derretida (en el micro), un vaso de leche, un vaso de nata, 6 cucharadas soperas de azúcar, 4 cucharadas soperas de maicena y 2 huevos. Batimos bien, con la ayuda de una batidora, hasta obtener una crema. Reservamos.Precalentamos el horno.
Para hacer este postre necesitamos un molde, bien de los de acero para las madalenas, de los de silicona o también sirve de los individuales de aluminio, de esos de usar y tirar. Yo usé seis de los de silicona y seis de los de aluminio.
Engrasamos los moldes con una pizca de mantequilla o aceite y acoplamos las obleas el los moldes, poniéndolas a modo de capsula, para ello tendremos que doblar algún borde. Tal que así:
Vertemos la mezcla anterior en los moldes y horneamos 30 minutos aproximadamente a 180º.
La oblea tiene que quedar ligeramente doradita, y la mezcla del medio debe quedar con la textura parecida a la de un flan, también ligeramente doradita.
Los dejamos enfriar sobre una rejilla. Si os fijáis, los de los moldes de silicona se han dorado más que los de los moldes de aluminio. Pero igualmente los dos estaban de vicio.
Una vez fríos, desmoldamos con cuidado de no romperlo, y los guardamos en la nevera. Media hora antes de su consumición, podéis sacarlos de la nevera para que nos estén tan fríos.
¡RIQUISIMOS!
¡Madre mía, qué buena pinta tiene eso! Me dan ganas de ir a la cocina a por una cucharita.
ResponderEliminarEn cuanto pueda los estoy haciendo, a ver si me salen tan bien como a ti. :)
Un besico guapa.
¡Hola Mamen1 Están deliciosos, seguro que te gustan. Besos.
EliminarQue fáciles de hacer y que ricos deben de estar. Es la combinación perfecta rico-fácil. Esto tengo que probarlo, me lo apunto con tu permiso! Besitos
ResponderEliminarLo que más me gusta a mi, lo rico - fácil. Si los pruebas repetirás, seguro. Besos guapa.
EliminarHola Nessa, muchísimas gracias por tu visita, me paso hoy por aquí para conocerte a ti.Siempre es agradable saber que a la gente le gusta tu blog y te deje algún comentario,eh? A mí me encanta.
ResponderEliminarQue buen truco lo del queso, yo uso las obleas en papeles de magdalena y luego le hago un revuelto de morcilla con manzana y un huevo de codorniz arriba, está delicioso.
El queso en casa nos encanta, así que lo probaré!
Una receta fácil y sencilla y que te solucionan una buena comida.
Un besote y visítame cuando cuando quieras. "Pal vientre, todo lo que entre"
¡Hola Leticia! Gracias por quedarte. Creo que has comentado en una receta diferente a la que querías comentar.... porque esta receta no lleva queso. De todas formas gracias por pasarte y comentar. besos.
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